Edimburgo, o Din Eidyn, es una de las ciudades más bellas que he conocido. Esta ciudad comenzó con un fuerte (el castillo) en un cerro que fue motivo de innumerables peleas iniciadas por todos aquellos que desearon en algún momento tener el control de la región: los celtas, los anglos, los vikingos, los bretones y los escoceses del oeste de Irlanda, quienes le dieron su nombre a Escocia.
Vista de la parte vieja de la ciudad
Castillo de Edimburgo. El día de nuestro aniversario de bodas, Edgar y yo pasamos la noche escuchando desde este parque con vista al castillo, un concierto de música clásica con fuegos artificiales que marcaban el final del famoso Festival de Edimburgo.
Recuerdo la primera vez que vi Edimburgo en 2001. Tras un viaje a Irlanda, Edgar y yo tomamos un tren de Londres a Edimburgo que viajó durante la noche. Como no teníamos mucho dinero en aquellas épocas, viajamos en segunda clase, envidiando a todos los pasajeros que iban cómodamente acurrucados en posición vertical en los camastros de sus camarotes. Nosotros, en cambio, íbamos incómodamente sentados, pero emocionados de conocer uno país y una nueva ciudad.
Monumento a Sir Walter Scott
El castillo de Edimburgo
Nadie sabe realmente cuándo se construyó la primera fortaleza en la roca volcánica de Edimburgo, pero su ubicación es tan perfecta, que me imagino que los habitantes prehistóricos no pudieron haberla pasaron por alto. En un libro encontré que los primeros registros de la Din Eydin datan de alrededor del año 600 d.C., cuando los guerreros lotianos fueron aniquilados por los anglos del norte de Umbría. Y al parecer hubo matanza tras matanza hasta la último de los ataques a la ciudad en 1745 cuando el príncipe Carlos Eduardo Estuardo, conocido como "Bonnie Prince Charles" intentó recuperar el trono.
El castillo de noche
Vistas de la ciudad desde el castillo
Hoy, el castillo es la atracción más grande no sólo de Edimburgo, sino de Escocia, y la verdad es que las vistas de la ciudad y los alrededores son impresionantes, y la historia que guarda el castillo es invaluable.
Explanada del castillo
La entrada (Gatehouse)
El cañón de las trece horas
Fila de cañones listos para defender el castillo
Joyas de la corona escocesa
Escudo del león
Capilla de Santa Margarita, siglo XII
Interior de la capilla
Y bueno, eso es todo por hoy. Espero en los próximos días continuar con mi resumen de Escocia, en un intento por aferrarme a los recuerdos de viajes pasados; por no olvidarme de todos los maravillosos rincones del mundo que he tenido oportunidad de conocer y que ahora se encuentran clasificados en cajas llenas de souvenirs y recuerdos, folletos, boletos de tren y de admisión a museos. Un intento por compartir mi pasión por los viajes que ilustran y nos unen como seres humanos; por compartir los caminos recorridos y asimilar las lecciones aprendidas para disfrutar más plenamente las aventuras que nos esperan.
¡Hasta la próxima!
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