Hace un par de semanas vi una película que me encantó. Claro, iba con ciertas expectativas porque esta película ganó la Palm D'Or en el Festival de Cannes de este año. No sé cómo le irán a poner en español (¿El listón blanco?), pero como sea que la bauticen, esta película es bellísima y aterradora a la vez. No sé mucho de cine, pero sí sé cuando algo me gusta, y este film del director austriaco Michael Haneke me puso los pelos de punta.
La película es en blanco y negro, y muy a tono, comienza con una pantalla blanca y cierra con una pantalla negra. La historia se desarrolla en un pueblito alemán muy religioso antes de la 1ra. Guerra Mundial donde un maestro de escuela, aparentemente judío, recuenta los sucesos de un puñado de meses que vivió ahí en su juventud.
El pueblo, inusualmente silencioso, comienza a llenarse sucesos siniestros, accidentes, incendios, niños golpeados y torturados, y siempre cerca de cada incidente, un grupo de niños extrañamente callados y maliciosos, dispersando su maldad como plaga.
Al terminar la película, que es como un eterno suspenso, te quedas con más preguntas que respuestas y no puedes más que preguntarte qué pasará con estos niños cuando crezcan, sobre todo si nos ponemos a pensar que cuando tengan alrededor de 30 van a estar ya bajo la influencia de Hitler.
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